Edición 181

En los niños esta afección puede estar acompañada de nauseas , vómito, fiebres altas, dolor de cabeza y malestar general; algunos pueden presentar severas reacciones alérgicas. Algunas personas tienen la sensación de “piquetes” estando aún en el agua; aunque una de las características de esta erupción es que los síntomas en el individuo no se manifiestan de inmediato, puede llegar a pasar de 10 a 12 horas después de haber salido del agua, lo que dificulta muchas veces su diagnóstico, confundiéndose con algún tipo de intoxicación, varicela o sarampión. La erupción persiste durante varios días, y desaparece cerca a una semana, en ocasiones se ha observado una reactivación de las lesiones iniciales en intervalos de varias semanas. Durante mucho tiempo el agente causante de esta afección permaneció ante los doctores desconocido. El origen se atribuía al contacto con: formas microscópicas de algas, nematocistos rotos de medusas, estadíos larvarios de cangrejos o gusanos parásitos. En 1994 se identificó a la larva plánula de la medusa “dedal” ( Linuche unguiculata ) como la causa de esta afección, a raíz de un brote que afectó a más de 10,000 personas en las costas de Florida en la primavera y verano de 1992. Las larvas quedan atrapadas en el traje de baño, y con la fricción contra la superficie corporal o bañarse con agua dulce, activa y provoca la liberación de los nematocistos con la subsecuente descarga de la toxina. Las recomendaciones sugeridas en caso de haber sido impactado por los “dedales” son las siguientes: * Si la reacción es leve, aplicar en las zonas afectadas alcohol, vinagre o bicarbonato de sodio, con el objeto de aminorar las molestias producidas por el escozor, además de neutralizar la actividad de los nematocistos que se encuentren adheridos a la piel. En algunas personas las cremas para manos y cuerpo que contienen zábila en su fórmula, o aún los ungüentos mentolados dan buenos resultados. * S i l a reacc i ón e s s ever a , e l tratamiento incluye la administración de antihistamínicos bajo vigilancia médica . El Caladr yl da buenos resultados para aminorar el escozor, sin embargo, no debe apl icarse cuando se está tomando algún antihistamínico oral. Es importante evitar frotarse las zonas afectadas, ya que las lesiones producidas por este mecanismo, pueden evolucionar en infecciones cutáneas. Como prevención evitar nadar en aguas infestadas por los dedales. Espere un poco; las manchas de estas pequeñas medusas podrían alejarse en algunas horas. Si nadar es necesario, se recomienda usar trajes de neopreno o licra, ya que los nematocistos no atraviesan dichos materiales. Si vas a bucear no esperes a tus compañeros ag i t ándote en l a superf icie, ya que la mayoría se encuentran muy cerca de ésta, baja a 15 ft. y espera a tu pareja, a esta profundidad el problema se aminora. Medusa Oval Para muchos este bello y enigmático ser pudiera ser un pólipo o un hidroide que vive en las aguas frías en regiones circunpolares como las localizadas en Alaska y Rusia. La medusa Oval (Anchored stalked jelly) Haliclystus stejnegeri también llamada como medusa Pompón, a diferencia de las demás medusas que tienen la capacidad de nadar l ibremente , ésta , va contra el proceso evolutivo ya que el huevo al ser una larva se convierte en gusano rastrero para después de varios días anclarse preferentemente en los kelps, alga o pastos poco profundos, donde desarrolla sus nematocistos y espera a que su comida llegue a ella en lugar de nadar a la deriva sin rumbo. Su estructura se irradia a partir de un fuerte tallo (pedúnculo) pegajoso y termina en 8 lóbulos o brazos marginales bien desarrollados unidos por una membrana que presentan en sus extremos racimos en grupos de 30 a 60 o más tentáculos; que como la mayoría de las medusas poseen células urticantes para poder capturar su alimento con preferencias de pequeños crustáceos y llevarlos a la boca situado en el centro de dichos brazos. Si el tallo se desprende, el animal puede aferrarse con sus tentáculos hasta que vuelve a unir su tallo al sustrato. Sus gónadas no fáciles de ver casi llegan a los extremos de los lóbulos. Variables en color, desde amarillo al marrón rojizo. La medusa Oval crece hasta 3 cm. de diámetro y vive en aguas de marea hasta 10 mts. de profundidad. Por su tamaño tan pequeño es difícil de encontrarla. Foto: Andreas Jaschek Mar Blanco Rusia 20

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